Al
recurso básico generado con Descartes se le denomina
escena.Al
emplear este término teatral y cinematográfico para denominar a las
actividades realizadas con Descartes, lo se persigue es traladar su
significado, sus acepciones, al contexto educativo poniendo especial
énfasis en que es algo muy diferente de una animación, si bien con una
escena también pueden construirse animaciones. No es lo mismo ser un
espectador viendo una película (animación) que ser actor en una obra de
teatro. Descartes aporta el escenario, el decorado, la infraestructura
técnica, y es el usuario, nuestro alumnado y nosotros mismos, los que
en cada escena han de abordar su papel de actor protagonista. Y en el
desarrollo de esa obra teatral habrá escenas en las que se verá guiado
por el director, en algunas tendrá que descubrir el guión y en otras
aportar su destreza e iniciativa para construir su propio guión, pero
todo lo hará gracias a la interacción con Descartes. El escenario se
adapta al actor y éste construye la obra. De esta analogía teatral
surge la denominación de escena. Y en el esbozo anterior ya se está
marcando la posibilidad de una utilización metodológica diversa. Las
escenas pueden adaptarse desde metodologías expositivas en las que se
pueden usar como apoyo gráfico en una explicación, hasta metodologías
constructivistas en las que las escenas promueven la investigación y a
partir de ella la construcción del conocimiento logrando un aprendizaje
significativo.
El
director de escena (el profesorado) es el que marca la puesta en escena
a su alumnado. El profesor es el arquitecto del aprendizaje y sus
alumnos los protagonistas del mismo. A veces puede verse condicionado
por el autor del libreto (autor de la escena), pero él es quien
organiza el aprendizaje y si lo desea (y quiere formarse para ello)
puede también modificar ese guión o adaptarlo a sus necesidades y
gustos particulares.
(Ver la documentación de Descartes).